miércoles, 19 de octubre de 2011

Las comparaciones resultan indigestas

En un momento dado debemos SABER que camino queremos
seguír y de que medios disponemos, sin importarnos (ni un
poquito) el camino que tome el vecino de enfrente ni como
va a hacerlo. Cuando uno se acepta tal y como ES, vive en
concordia con unos principios éticos y morales que le parecen
los correctos y no se crea espectativas para ser diferente, es
cuando verdaderamente está poniendo los cimientos que mas
tarde sostendrán los muros de su propia existencia.
Para nada soy una CONFORMISTA, pero si dedico todo mi tiempo
a perseguír una espectativa:
                                           PAGAR LA HIPOTECA EN X TIEMPO.
Tendría que ahorrar muchisisisisismo más, privarme de cosas,
probablemente trabajar más (si esto es posible), ¡¡¡¡¡mis cafes!!!!!!
habré dejado de VIVÍR ya que estaba demasiado ocupada en
PERSEGUÍR mi espectativa, además en mi caso implicaría en ella
la vida de mi marido e hijos irremediablemente envueltos en el
factor AHORRO y no digamos si nuestras espectativas van unidas:
                                        NO SER MENOS QUE ...
            SER IGUAL A...
                                                     MEJOR QUE FULANITO/A...
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Guau!!!!!!!!!!!!!!!!! eso ya es para nota.

 ¿ Tu vives o comparas ?

0 comentarios:

Publicar un comentario