viernes, 2 de septiembre de 2011
Teresa de Calcuta, Gandhi y Martin Luther King
Todos tenemos ideales que perseguir, otra cosa es poner los
medios para lograrlo. Hablando de esto en casa, mi hijo mayor
discrepaba diciendo que era mejor no desear para no llevarnos
una desilusión, desde luego pese a su edad es un chico con una
sensatez y cordura muy superior a la de su madre, pero que seria
del mundo sin esos INSENSATOS que pese a toda predicción
decidieron soñar despiertos y con un poco de imaginación, algo
más de esfuerzo y un modo de proceder recto y una gran templanza
en el ánimo, lograron no sólo ver cumplidos sus buenos deseos
sino ser un estandarte para miles de millones de personas a través
del tiempo.